Dos de Medina Muñoz
Los campos de la Mancha
Entre el mes de abril y mayo, se desprenden las espigas de ese zurrón de su tallo, y dejan que
el viento sea el amoroso lacayo, que las mueva y que las dore, mientras el Sol, va alumbrando.
Unas
espigas con otras los cuerpos se van rozado, y en pasiones de quereres su grano se va engordando.
Al
terminarse ese mes con sus flores adornado, las espigas, van preñadas de harina de pan dorado.
Doblados
por sus cinturas los hombres, hoz en la mano, entre risas y sudores "haces" forman, con sus manos.
En
el molino de viento esta un señor esperando, a que el viento gire el aspa para moler, todo el grano.
***
Viaje a Burgos y Valladolid
Como escrito se quedo y además
bien rubricado, en el bus ya se han montado la señoras, el Manuel y un servidor.
Además, de Cordobita, Isabel
y su José, vienen pagando su guita y juran querer volver.
Eran ya las ocho en punto, cuando el cacharro arranco, la
guía se llama Gloria y se parece a un tractor.
Por la popa era muy grande tipo campana, señor; ahora esto
esta de moda, para la ropa exterior.
Nos cuenta, dos o tres veces, no sale su cuenta, no, dice que vamos de
mas que alguno aquí se coló.
Mas tranquila, vuelve al cuento y resulta que contó por dos lo que era uno que
tumbado se durmió.
Pasando de los madriles, el conductor se apeo y detrás todos los nenes, a desaguar su zurrón.
La
pililla algo mas alta que las piernas de algún mozo, chorrea el caldo sin gozo y los pantalones mancha del liquido
vergonzoso.
Si, que me mee en los calzones; dando saltos, no se mea y yo ya llevo muy mal, hacerlo de tal
manera.
La rebeca en la cintura disimulaba la hacienda,... ¡ que moderno que esta Emilio,...! ¡ ay señora,
si supieras,..!
Un café y vuelta a rodar; dos horas mas y parada, esta vez ya no me mojo por hacerlo cual
las damas.
A las catorce, no eran cuando al hotel se llegaba: ¡ pasen, pasen los señores, la comida, ya esta
echada ¡.
Puré de espárragos, dicen; después merluza a la plancha, patatas fritas, poquitas, que la vida esta
muy cara.
Vino, agua, postre, café y a correr para una sala en la que dan las tarjetas para llegar a las camas.
Dos
camas, solo de un cuerpo; ¿ como lo haremos, mi amada ? pues, con poco que me tuerza me daré una costalada.
La
inteligencia del hombre estudia con mucha guasa y si parece imposible, las ganas, harán hazaña. Ir pensando las
maneras para ganar esta causa.
A las cuatro nos juntamos para iniciar la jornada, de ver en Villagonzalo lo
que ofrece a la mirada.
Burgos ciudad esta cerca y en este pueblo se ofrece viviendas, por eso crece, aunque
tiene pocas tiendas. Solo a dormir me parece que realizan por hacienda.
Se regresa hasta el hotel; a las nueve
y treinta, cenados; después estando cansados al "cinquillo" las partidas, café, cubata y bebidas sin acabar cabreados.
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